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¿De humor intelectual?

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Los dibujos de Alternativas

Desafían toda clasificación

El río para verte no va al mar

12.00

El libro está escrito durante el confinamiento de la Covid-19 que supuso una clausura del cuerpo: no podíamos dar un abrazo, un beso, posar la mano en el hombro de un amigo o
visitar a un familiar enfermo. El libro es una reivindicación del cuerpo: me detengo en el verde silencio de tus ojos y mi corazón es una liebre acorralada por la luz. El cuerpo no habla y nos vamos quedando sin lenguaje. La naturaleza que es el lugar originario de lo humano es el espacio semántico desde donde se construyen los poemas. Necesito un rostro para seguir amando el mundo, un río que fluya incesante, un pájaro para sentirme libre, un abedul con nieve. Una brisa de nostalgia recorre las ramas del poema y mece las hojas del deseo de otra piel, como si el poema tuviera dedos en vez de palabras en una escritura no gramatical. El poemario es una lectura sacramental del mundo que busca el último sentido de lo humano en el cálido lenguaje de las cosas pequeñas.
Yo pondré cada mañana arroyos en tu piel
para que podamos beber el agua de la vida,
en la pura desnudez del río

La vida alzada

12.00

Es interesante destacar que el ensamblaje de todas las aristas de la vida, de todos los sustratos interiores que soportan el temblor y también la alegría de nuestros brindis, es ya absoluto en la poesía de Lauren García.
Y a través de sus grietas soñolientas, justo cuando la tarde cae sobre nosotros, la voz lúcida de Lauren cantará al guerrero, mientras alza la vida al mantener el fuego, esa causa de hombres solitarios que resisten antes de ser planetas.
(Del prólogo de Joaquín Pérez Azaústre)

Todo locura el cuento

13.00

Todo locura el cuento contiene a los seres humanos que te marcan y se adueñan con providencia del corazón, o dejan la falsedad de una joya falsa. En estos cuentos, en toda la poesía del autor asturiano, hemos visto brillar la inteligencia, a las que muchos cortejan y
cotizan en pos de su íntima belleza. Pero sólo es patrimonio de
unos pocos elegidos, los mismos que se desprenden de ella con generosidad que mancha la lacerante mentira. Esta prosa nos remite directamente a su poesía, a la obligatoriedad del oficio poético para captar lo etéreo y contaminar sagazmente al lector con el paisaje rotundo de una imagen. El escritor y el lenguaje se aman recíprocamente, se entienden como los viejos amantes que conocen sus porosidades. El viaje conlleva la emoción del riesgo y el peligro ineludible. Pero siempre alberga las alacenas de la esperanza. Este libro ratifica la escritura bordada de Pelayo Fueyo durante décadas. Y es que hasta cuando dicen alguna mentira, siempre hay que creer en los poetas.
(Del prólogo de Lauren García)

ECCE HOMO

12.00

¿Cuál es el precio de la caída?

La caída, dicen, es el precio del orgullo; pero yo nunca

me sentí orgulloso de quien era, o decía ser.

Si caí fue por el puro placer de la aceleración constante.

No os equivoquéis al ver el hueco que dejo tras de mí,

no hay más divinidad en mí de la que habría en otro hombre.

Aunque

el Hombre ya no es hombre,

sino dinamita.

Nayar Crespo Sánchez es un poeta, ensayista y artista de Spoken Word nacido en 1998 en Asturias. Escritor en ocasiones en prosa, ha participado en diversas antologías colectivas, como Fuera de Guión (Más Madera Editorial, 2019), o Misterio en el Bierzo (Más Madera Edito- rial, 2021). En febrero de 2017 publica Galerna, con la editorial granadina Lumen Rosetta, un conjunto de poemas con forma de mapa desplegable. En noviembre de 2018 publi- ca La Gravedad del Coyote, su primer poe- mario, con la editorial madrileña L’ecume incendiaria. Afincado en Oviedo debido a sus estudios en Filosofía organiza, junto a José Yebra e Inés de Diego Pantín, Histeria; un micro abierto de poesía, música y artes performáticas, con la intención de dar voz a todo el que quiera subirse. De él no hay mucho más que decir, le gusta el café negro con sacarina, Johnny Cash, y nunca usa paraguas. Lleva gafas de sol casi todo el año y muchos anillos. Además, no sabe cómo escribir biografías, así que lo hace en tercera persona para que la culpa se la lleve otro pero cree que no está funcionando del todo.

Cuaderno de un lunar díscolo

18.00

Que la medicina y la cirugía son cosa seria, nadie lo pone en duda. Que el miedo a la enfermedad y a la muerte nos iguala y nos desespera, es una obviedad, aun habiendo excepciones entre quienes no le temen a nada. Esos dirán: ¡quién dijo miedo! Que el dolor es cosa preocupante y que ser el paciente en una consulta médica es poco deseable, elemental… Esto lo conocen la mayoría de los mortales, pero ¿saben los mortales qué siente un cirujano cuando ocupa la silla del paciente después de haber ejercido varias décadas? ¿Tiene el mismo criterio un cirujano cuando es paciente que el paciente que no es médico y no tiene idea de medicina? Este libro es mucho más que una reflexión sobre la cirugía, sobre el camino y destino de la medicina. Es, en buena medida, una crítica a un modelo en vías de deshumanizarse, donde la tecnología ayuda a arrinconar aún más, si cabe, al ser humano. Seres humanos, y otros no tanto, son los que entran y salen de escena en esta ficción que puede ser teatralizada de principio a fin. Los diferentes actos son aquí ordenados por un Herrero Montoto que toma, a veces, la voz del narrador y otras le deja a su aire llevando el argumento de la ironía a la crítica mordaz, con momentos de una acidez gamberra exquisita. El fin: divertir a la vez que se desliza una crítica fundamentada sobre lo mal que nos puede ir dentro y fuera de un hospital. Por si fuera poco, en medio de todo el trajín, irrumpe la gran pandemia de la que poco a poco el ser humano de un siglo XXI, ya mayorcito de edad, parece que se va recuperando. Leer Cuaderno de un lunar díscolo deja tan buen sabor de boca que apetece pedir cita para que el doctor que deambula por este consultorio, nos amenice con nuevas experiencias tan hilarantes como trágicas, verosímiles o increíbles. En este libro se constata que el autor se maneja con destreza en quirófano y parte la pana con altura literaria. Disfruten, sobre todo, disfruten de un sentido del humor que no conoce límites.

Normalidad truncada

En Normalidad truncada el más punk de los poetas asturianos se atreve con el más puro género negro.

Oviedo. 21 de junio de 2020.

Tras tres meses de confinamiento, la llegada de la ‘Nueva Normalidad’ coincide con un macabro crimen en una de las urbanizaciones de lujo de la ciudad. Nunca es buen momento para algo semejante, pero, tal vez, este sea el más inoportuno y, pronto, todos los poderes fácticos se implican en darle un rápido carpetazo al caso.

Al inspector Félix Luiña, inmerso en una profunda crisis existencial tras la reciente pérdida de su familia, también le gustaría una ágil resolución del asunto; sin embargo, por todas partes hay piezas que no encajan y sólo él parece resistirse a obviarlas; de modo que, a pesar de la oposición de todos los estamentos de un cuerpo policial anclado aún en el más rancio pasado, comienza una investigación que, de día, llevará a Félix a recorrer la ciudad transitando por todas las capas sociales; mientras que la noche dará paso a un descenso a los infiernos que le pondrá cara a cara con sus propios demonios interiores.

En su primera novela, David Suarón pone el foco en el magma sociológico que encontró en la pandemia la excusa perfecta para aflorar, hasta la superficie, desde las más turbias cloacas. Una historia que avanza latido a latido, entre conflictos y contrastes, hasta el infarto final.

PVP: 15€ (de venta en librerías)

Memorias de un narrador (álbum ilustrado, fanzine)

5.00

A la luz del amanecer en un día neblinoso el trotamundos destapa los misterios de múltiples universos. Su dulce voz nos invita a honrar y nunca olvidar aquellas personas que una vez fueron héroes. Pasados, miedos, identidades. Todo ello queda recogido en la mente de esta joven aventurera que amablemente nos insta a disfrutar de su narración y las suaves notas de su laúd.

El arte del martillo

12.00

Escribí este libro de rodillas sobre chapas de metal, con herramienta en la mano, escondido en el baño de una fábrica, espiado por cámaras. Escribí este libro en largas noches de insomnio en mi casa, en habitaciones de hotel. Lo escribí sentado en asientos traseros de coches, en bancos de piedra y madera humedecidos por el rocío. Escribí estos versos drogado casi en trance, borracho perdido y con resaca en mañanas de sábados y domingos. Creé estas líneas después de reír con amigos, de llorar y de apretar los dientes y los puños. Escribí este libro con mascarilla quirúrgica, con medicamentos y dolores de todo tipo. Lo llené de recuerdos, de ira, de sangre, de espuma de mar y de lluvia que nunca cesa. Escribí este libro con los pies en la arena, en el barro, en la hierba, en el acelerador y con las manos en el volante. Escribí este libro con los ojos puestos en las montañas, en el cielo, en las luces de la ciudad, en su gente, con la mirada en la Bahía. Escribí este libro después de escuchar y leer a grandes poetas que me hicieron pensar y replantearme todo, después de estar contigo…

Escribí este libro para todxs vosotrxs…

Javier Perales Valdés

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